Compras
de Cuba en alimentos a EEUU: $4,980 millones desde 2001; $6 millones en
medicinas
El
gobierno cubano redujo en un 17 por ciento las compras de alimentos y más de la
mitad la adquisición de medicinas y equipamiento médico a Estados Unidos
durante el pasado año, en una estrategia que pudiera convertirse en mecanismo
de presión sobre los intereses comerciales norteamericanos.
A pesar
del declive, el monto total de las operaciones durante los últimos 14 años de
comercio restringido con Cuba asciende a $4,980 millones de dólares.
Por
segundo año consecutivo, las operaciones de la estatal Alimport con empresas
estadounidenses cayeron en picada hasta los $291.2 millones, mientras que en el
sector de la salud pública apenas alcanzaron $879 mil dólares después de haber
repuntado hasta los $2.15 millones en el 2013, según estadísticas divulgadas
por el Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba (USCTEC), con sede en Nueva
York.
Las
ventas de medicinas y equipos médicos, con carácter restringido, están
autorizadas por la Ley de Democracia para Cuba (Ley Torricelli), de 1992. El
USTEC compila registros en esta categoría desde el 2003 y la cifra de
operaciones supera los $6 millones.
Pollo
congelado
Respecto
al volumen de productos alimenticios, se trata de la cifra de importación más
baja desde el 2003, cuando Cuba compró solo $256.9 millones.
La
mitad del dinero que invirtió Alimport en sus compras a Estados Unidos fue en
pollo congelado ($147.5 millones, el 50% del total de las operaciones). El
resto se repartió en aceite de soya ($67.3 millones), granos de soya ($30.5
millones) y maíz ($28.2 millones. Como dato curioso, también compraron $32,000
dólares en frutas frescas.
Desde
que el Congreso autorizó las transacciones transacciones comerciales con Cuba
en el 2000, solo en cuatro ocasiones se han registrado cifras por debajo de los
$300 millones anuales. El pico de las compras ocurrió en el 2008, con $710
millones.
Pero lo
notorio de este descenso es que durante el 2014 Cuba tuvo que aumentar sus
compras de alimentos en el extranjero hasta los $2,057 millones de dólares,
debido a las limitaciones en la producción interna, el incremento de los
precios en el mercado internacional y las carencias de insumos básicos para la
canasta familiar, y la decisión no fue comprar a firmas estadounidenses.
El
mercado estadounidense representó solo el 14 por ciento de las importaciones
alimentarias de Cuba.
El
reporte de USCTEC -entidad independiente- se basa en los reportes oficiales de
los departamentos de Agricultura y Comercio, así como en los registros de
compañías exportadoras, pero no incluye los costos añadidos de transportación,
recargos bancarios y otros gastos derivados de los envíos de mercancías a la
isla.
Falta
de liquidez
La
entidad atribuyó esta caída a la falta de liquidez del gobierno cubano, las
facilidades de compras a crédito con Venezuela, China y Brasil, y a motivaciones políticas sobre empresas,
representantes federales, estatales y locales para cabildear contra las
restricciones impuestas por el embargo.
“Esa
táctica tuvo éxito en el pasado, pero su efectividad se ha evaporado”,
consideró John S. Kavulich, presidente de USCTEC.
Kavulich
cree que la nueva política de la Casa Blanca hacia la isla pudiera estimular
las ventas en el 2015, cuando el gobierno cubano planea desembolsar $2,194
millones ($137 millones más que el pasado año).
Por lo
pronto, un poderoso brazo de congresistas (republicanos y demócratas) de
estados eminentemente agrícolas, con el empuje de la flamante Coalición
Agrícola de Estados Unidos, establecida a comienzos de enero, podrían inclinar
la balanza a favor de mayores oportunidades de comercio con la isla.
Entre
las flexibilizaciones planteadas por la nueva política de Obama está la
eliminación del requisito de “dinero efectivo por adelantado” que imponía el
Departamento del Tesoro para efectuar las ventas a Cuba, lo que se convierte,
de hecho, en una suerte de crédito de las instituciones bancarias
estadounidenses.
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