Entrega total.

A veces me pregunto cómo es posible que alguien esté dispuesto a trabajar tanto.

No me sorprende ver tanto sacrificio y entrega, es algo casi divino, es tanto lo que veo, que reconozco que yo no pudiera hacerlo tan bien y con tanta alegría aunque me esforzara.

Es difícil aceptar un cambio en la vida tan radical, que cuando miras atrás, vez que parte de ti quedo en el camino y que pese a la entrega que requiere este cambio, la alegría brilla en los ojos e irradia felicidad al mundo.

No es muy fácil encontrar a una persona dispuesta a trabajar todo el día y toda la noche, con minutos de descanso cuando puede, es extremadamente difícil encontrar a alguien dispuesto a comer rápido, sin sentarse para atender a otro y no perder la sonrisa y si la pierde por un momento, su corazón sigue latiendo apasionadamente cuando te abraza.

Sé que no es fácil entregarse a una causa, sabido es que cualquier causa requiere entrega, tiempo, dedicación, amor, comprensión, cariño, inteligencia, sabiduría y mil cosas más que no todos tenemos, solo algunas personas posen tanta riqueza, es tanto el tesoro que llevan consigo que no existe dinero en el mundo que lo pueda comprar.

Muchos nunca comprenderán cómo es posible que existan personas dispuestas a trabajar noche y día, que los días de fiestas, lejos de ser de reposo, se dobla el trabajo, que no recibe ni un día de vacaciones, no porque no pueda, es que aunque quiera esas vacaciones son muy largas lejos de su trabajo y no puede sencillamente dejarlo, sin días por enfermedad o causas personales, trabajan cada día, a veces con el seño fruncido por las frustraciones de la vida o por el dolor de la poca ayuda o simplemente por el descuido que le dan. Es increíble que no cobren por tanto trabajo, ni tengan un plan de retiro o pensión por vejez o seguro por enfermedad y pese a todo voluntariamente, estas personas dan un paso al frente y toman ese trabajo con una sonrisa y los ojos brillantes.

Lo curioso que nadie estaría dispuesto a aceptar ese trabajo tan abnegado y que requiere tanto de una persona, nadie en su sano juicio estaría dispuesto a esto, pero seguro estoy que cada uno de nosotros conocemos a muchas personas que lo han hecho, lo hacen y lo harán, convencido estoy que si solo recuerdan por un segundo a sus madres, esposas, hijas, sobrinas y amigas, rápidamente reconocerán que conocen a muchas personas con el corazón mas lleno de amor en el mundo.

Gracias mama, gracias a todas esas mujeres que dejan tanto en el camino para que otros puedan llegar muy lejos, gracias.

Ing. Dionisio de la Torre, Jr.