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15 de mayo de 2014

Me dicen que son más de tres mil.

Hace unos días disfrutando de una grata conversación con un amigo y como es de esperar, Cuba y sus problemas era la reina de la conversación, pero un tema curioso fue traído por mi amigo, un tema que muchos saben, pero los medios no han tocado, los adalides de la TV Hispana y la radio lo han  ido dejando de  lado, como para ver cuál es el resultado o que sucede al final; me refiero a los más de tres mil cubanos que dicen han regresado voluntariamente a Cuba, nada raro, pues voluntariamente llegaron acá.
Más de tres mil cubanos han regresado me dice, en realidad no sé de donde saco esa cantidad, le pregunte y como buen cubano me dijo mucho, pero no me dijo nada preciso, un montón chico, como loco, muchísimos, esa fue la respuesta final y no lo dudo, personalmente se de algunos y a veces por lo que veo creo que se ha quedado corto.

Cuando le dije que en fin de cuentas no eran muchos comparados con los que están aquí y los que están en cola esperando por salir y los que esperan, pero no han hecho nada legal o ilegal para salir de Cuba, son pocos si miras a los cubanos que regados por el mundo tratan de llegar a tierras Americanas, en fin no me importa la cantidad de los que han regresado, me preocupa la cantidad que quiere volver y el por qué quieren volver.

Mirándolo fríamente y recogiendo ideas, muchos de los regresados son personas mayores, personas sin familia o con una familia muy preocupada en sus asuntos y que no pueden atender a sus viejos y allá en Cuba son atendidos por parientes o “empleados”, pues cuentan con un retiro para pagar, otros son viejos que al llegar al otoño de sus vidas y al quedar viudos o divorciados y por el milagro de la farmacéutica o la cirugía han recuperado facultades perdidas y acá le es difícil con las arrugas faciales que cargan como muestras de ancianidad y que no son cubiertas su eliminación por el Medicare o Medicaid, y “enamorados” regresan a Cuba en busca de amores. Todos ellos sin importar la razón lo hacen muchos de ellos violando la ley y la moral, pues usan el dinero que se les regala para vivir aquí y no allá y no hablo de su retiro del seguro social producto de su trabajo, hablo de la ayuda suplementaria o sellos de alimentos que los parientes aquí controlan en los bancos. En fin esto viejos pueda ser que en Cuba se sientan mejor, más acompañados por la gente del barrio, o con más cariño del que pueden aguantar, especialmente cuando llega la remesa. Los viejitos que luego de dejar toda una vida en las factorías y talleres ahora vuelven a disfrutar de un segundo aire y tiran los últimos cartuchazos como mejor pueden y solo les critico que olvidaron el por qué salieron de Cuba y ahora contribuyen a que sus nietos e hijos sigan bajo el mismo tirano que lo maltrato a él y su familia, quizás sea el Alzaimers o quizás el cansancio o la falta de lo que nunca tuvo, no sé.

Otros que han regresado son jóvenes, mucho más jóvenes que los viejitos ya mencionados, esos jóvenes producto de una Revolución muerta y llena de promesa vencidas con el tiempo y nunca cumplidas, pero promesas que fueron muriendo al mismo tiempo que esos jóvenes crecían y al no ver nada, escapan al Norte llenos de esperanza, pero también convencidos que ellos se lo merecen todo y que al llegar acá  a la Yuma como dicen muchos se les tiene que regalar desde los zapatos hasta donde vivir y por supuesto eso de trabajar se lo dejan al burro, pues ellos no pinchaban en Cuba y resolvían como sea.

Sabemos de muchos de esos jóvenes que no se “adaptan” a una sociedad que hace responsable a cada ciudadano de su manutención, tiene que “inventar” , claro se han ido creando programas que con la buena idea de ayudar al necesitado, pero se ha convertido en un medio de vida para muchísimos que definitivamente no quieren trabajar ni aunque se les pague el triple de lo que producen.

Vemos como la gran mayoría de jóvenes que llegan, se encaminan, ingresan a escuelas, buscan trabajo, organizan sus vidas y en poco tiempo ya son personas que lejos de ser carga, son personas que aportan a la sociedad, solo un grupo que no son capaces de ajustar su nueva vida en una sociedad que fundamentalmente enseña a sus ciudadanos a ser responsables de sus vidas, que nadie tiene que mantenerte, ni tú tienes que depender de nadie ni de nada, solo tu trabajo y tu eficiencia te hará triunfador o un fracasado y son esos, los fracasados los que siendo incapaces de competir en una sociedad que demanda seriedad, responsabilidad, productividad, honestidad entre otras cosas para triunfar, regresan a vivir del cuento o del invento que dejaron por acá.

Sé que algunos van a criticar esta nota, que trataran de justificar la ineptitud de muchos con la crisis económica, que la falta de trabajo no los ayuda, que si no tienen seguro médico o dinero para pagar el alquiler, que esto los lleva a regresar a Cuba, que son jóvenes sin preparación para una sociedad capitalista, en fin que si esto o lo otro, pero me hago algunas preguntas, ¿Cómo se las arreglan los indocumentados?, ¿Qué programa federal cubre a los ilegales?, esas personas que llegan acá sin documentos, violando la ley, que andan escondidos para no ser deportados, que tienen que entrar a un mundo difícil y lleno de problemas, esos no se mueren de hambre en la calle, esos mantienen a sus familias trabajando en lo que sea y la mayoría de las veces mal pagados, esos no tienen Ley de Ajuste Cubano ni nada parecido, pero tienen lo mismo que la gran mayoría de los que llegan a la Tierra de las Oportunidades para todos, tiene deseos de triunfar, tienen ganas de proveer y no recibir, tienen  el gran deseos de poder trabajar y mantener sus familias y sobre todo, tienen deseos de ser libres y no depender de ningún gobierno que los asfixia ni de nadie que los controle.


En fin puede ser que sean más de tres mil, puede ser también que muchos más que eso van y vienen o vienen y van, no sé, resolviendo con el invento, van y vienen, “muleando” para ir tirando aquí y allá, todo es posible en este mundo cubano, lo que sí es cierto y cada vez que puedo lo digo, el mayor logro de la Revolución es Miami que no solo mantiene a Miami, también mantiene a Cuba y que pese a eso la Revolución no ve como hijos a los que allá van, los ven como “contribuyentes al régimen” sin derechos y sin ni siquiera son tratados como turistas internacionales, son tratados como eso, “contribuyentes económicos y punto".




Tomado de www.lavisitamiami.com

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