Al
mirar ese pasado no tan lejano de Cuba nos encontramos con un un país que antes
de la traicionada Revolución Castrista y guiados por los comunistas de la vieja
guardia soviética, era un país de monocultivo, pero todos podían comer de todo
y ahora es un país cero-cultivos; recuerdo esas protestas contra los intereses
de los préstamos bancarios y ahora es un país que depende de las remesas de los
exiliados, traidores y gusanos que abandonaron el barco del socialismo; un país
que luchó contra la prostitución y la corrupción administrativa, ahora tiene
que aceptar “orgullosamente” las jineteras, los pingueros y los mallimbes que
roban desde sus puestos administrativos o dirigentes; Cuba era un país donde
otras naciones enviaban a sus hijos a prosperar y hoy vemos el Estrecho de la Florida
llena de cadáveres y los alrededores de la Base de Guantánamo sembrada de minas,
muertos y lisiados; quien no recuerda a Cuba llena de jóvenes vibrantes
ansiosos de trabajar y prosperar y hoy tenemos un país de viejos cansados e
improductivos; Cuba de un país lleno de diferencias políticas y de partido,
pero unida bajo el mismo cielo y en la misma tierra, ahora anda desperdigada
por pedacito de este mundo. Lo más triste de toda esta horripilante verdad por
corta que parezca es que ocurrió mientras Castro y los castristas y sus amos
los soviéticos vociferaban que todo era por la familia y la patria soberana. Me
pregunto si existe un cubano que no haya sufrido es desgarramiento de la
familia por solo nombrar una de tanta destrucción.
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