En un
gesto que en tiempos menos relativistas hubiese sido denominado de herejía, el
presidente izquierdista de Bolivia, Evo Morales, obsequió al papa Francisco un
peculiar crucifijo tallado en madera sobre la hoz y el martillo, símbolo de
sistema comunista que ha costado a la humanidad más de cien millones de
muertos, durante una reunión que ambos sostuvieron este miércoles por la noche
en la Casa de Gobierno y que fue transmitida por TV.
La
talla contenía la imagen de un Cristo crucificado en el mango del martillo,
según mostraron imágenes de la televisión estatal.
El
hecho aparentemente intrascendente dada la avalancha inducida del imaginario
marxista, ha llevado sin embargo a algunos analistas del acontecer a
preguntarse, si el papa Francisco hubiese aceptado una imagen que en vez de un
Cristo crucificado en el mango de un martillo comunista, contuviese la imagen
de un Cristo crucificado sobre la esvástica nazi.
Morales
se define como socialista y representa una corriente regional conocida como
"Socialismo del siglo XXI", que también profesan los gobiernos de
Venezuela y Ecuador, y que al final no es otra cosa que le mismo comunismo de
siempre.
De
acuerdo a la Radio Vaticana, el Papa se mostró sorprendido de recibir semejante
regalo: "No está bien eso”, dijo el Papa ante la explicación de Morales
que parece describir el presente como una réplica de una talla que hizo en los
‘70s el sacerdote jesuita español Luis Espinal Camps, asesinado en 1980 por la
dictadura, y por quien el Pontífice rezó en el camino que lo condujo del
aeropuerto de El Alto hasta La Paz".
Junto a
ese obsequio, el mandatario boliviano entregó también al pontífice un ejemplar
del "Libro del Mar", editado por el gobierno de Bolivia, que contiene
un resumen histórico de la centenaria demanda del país andino contra Chile, que
se dilucida en la Corte Internacional de La Haya.
En el
encuentro en la Casa de Gobierno, Morales también entregó al papa Francisco el
Cóndor de los Andes, la condecoración máxima del país.
En
retribución, el Obispo de Roma obsequió a Morales una reproducción del mosaico
"Salus Populi Romani", una imagen de la virgen con el niño en brazos,
que desde 1611 ocupa la magnífica capilla Paulina de la Basílica papal de Santa
María la Mayor.
Por
otra parte, parece paradójico que se pretenda imponer la idea de un Cristo
acomodado sobre el símbolo del comunismo que es no sólo un sistema ateo por
naturaleza y principio filosófico, sino que es un sistema que donde quiera que
se ha implantado o pretendido implantar ha encarcelado, perseguido y matado a
los creyentes en Cristo, a veces con saña enfermiza como en la Rusia de Stalin,
la Guerra Civil Española o la Cuba de Fidel Castro.
Armando
de Armas / martinoticias.com
Julio
09, 2015
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