Desde pequeño me
enseñaron o más bien me obligaban a rezar de rodillas y con las manos unidas
debajo de la barbilla y sobre el pecho,
realmente nunca lo entendí, pero ni loco me atreví a rebelarme, era mejor
aguantar calladito todo el tiempo en la misa que buscarme problemas con los viejos
y mis tía, así crecí, hasta un día que ya había crecido bastante.
Teniendo unos 14
años y estando solo en la Iglesia San Isidoro en Holguín, hoy Catedral, pues ya
para esa época no eran muchos los que entraban a ese santo lugar, de pie frente
al altar mayor y al crucifijo, puse mi
rodilla izquierda en el suelo y lleve las manos un poco adelante, con las
palmas hacia arriba y la cabeza baja, no sé porque lo hice, pero fue lo que me
salió y sin mucho pensar comencé a rezar o más bien a decir cosas que venían a
la mente, no era un trance ni nada parecido, es que tampoco me gustan los rezos
aprendidos de memoria, me gusta lo que sale de adentro aunque no suene bonito y
es tan así que hasta el Padre Nuestro le hago mis arreglos, lo que importa es
con el amor con que se diga, si diga de decir, no de rezar en silencio y con
miedo. Desde ese día así he rezado, rodilla izquierda al piso, las manos hacia
arriba y al frente y la cabeza baja.
Algunos al verme
en diferentes ocasiones me han preguntado y realmente no tengo respuesta, pero
he ido uniendo ideas que hace de este acto una forma de educar a los que no lo
hacen. Les he dicho que al poner la
rodilla izquierda en el piso es que pido que los comunistas y la izquierda se
postre ante el Señor y los hombres buenos y democráticos, además en caso de una
emergencia es más fácil ponerse de pie, las manos extendidas hacia arriba, es
para recibir lo que Dios me quiera dar y siempre me ha concedido más de lo que
merezco, pero también me permite mostrar que están limpias y dispuesta a
estrechar otra mano que me necesite o dar un abrazo de hermano al que está en
pena. Lo de la cabeza un poco baja es en señal de humildad y respeto.
Mañana sábado
estaré rezando como suelo hacer a veces, no tanto como debería, pero este
sábado es especial, mis muchachos van a competir y quiero que ganen, pero más
que ganen una medalla o trofeo, quiero que aprendan que en la vida se gana y se
pierde, que cuando se pierde es obligatorio aprender la razón de haber perdido y
si ganamos encontrar la humildad de felicitar al derrotado por el esfuerzo
realizado, digo mis muchachos y no son míos, pero es como si lo fueran, pues
nos recuerdan tiempos pasados cuando éramos nosotros los competidores.
También tengo que
rezar por alguien que aprecio mucho, alguien que por un tiempo ha andado en la
vida arrastrando cadenas pesadas, pero confió que mañana sea un día diferente,
se que Dios me escuchara, pues solo le pediré que ayude a esta persona a
conseguir el trabajo que más le convenga, que le ayude a llegar, pues se que si
llega triunfa, espero que Uds. junto a mi también pongan su poquito de amor y
todo lo bueno se abra a quien merece mucho más de lo que le ha tocado, Amen.
Por: Ing.
Dionisio de la Torre, Jr
Miami, Noviembre 14,2014.
Miami, Noviembre 14,2014.
TOMADO DE: www.lavisitamiami.com
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