Hace días que me limito solo a leer y pensar.
Por:Maria Elena Morejon.
Alemania, Julio 12, 2010.
Por:Maria Elena Morejon.
Alemania, Julio 12, 2010.
          En algún momento tuve la impresión que podía lograr que algunas  voces, con      elemento de causa por haber sido víctimas directas, se dignaran a  emprender      un camino más consecuente con lo que está ocurriendo, pero NO, no  ocurrió      así, Dios sabe por qué y yo seguiré sin entenderlo.
          Hemos amanecido un día de estos con la noticia de que la dictadura  cubana ha      decidido poner en libertad, primero a cinco presos políticos y más  adelante      o de a poco y en un período de tiempo de 3 a 4 meses, a otros 47,  con lo      cual se excarcelaría en su totalidad al grupo de los 75 disidentes u       opositores, tal como sea el caso, que fueron encarcelados en 2003 en  la      llamada "Primavera Negra de Cuba". La noticia de que esas personas  salgan a      la libertad nos alegra, en todo caso porque jamás debieron haber  pasado más      de 7 años de su vida en las condiciones en que las han mantenido.
          Hasta aquí lo positivo de este nuevo capítulo de las telenovelas a  las que      nos tienen ya acostumbrados los Castro y todo lo que alrededor de  ellos se      mueve, a partir de este momento expongo entonces lo que tal vez no  le guste      escuchar a un montón de personas, que no se por cuales razones se ha       empeñado en no querer ver y peor aún, que algunos otros no veamos,  que      detrás de todo esto nos están robando la LIBERTAD por la que muchos  hemos      luchado tanto y sacrificado lo más querido, lo más entrañable dentro  de      nuestros corazones, la propia familia.
          Ante todo me asiste el derecho de opinar por mi condición de cubana,  ese      ante todo, después me asiste otra vez el derecho por mi condición de       exiliada política, sí, exiliada política por escogencia, porque bien  que me      pude adjudicar el de residente y con ello evitarme algunos  escándalos      periodísticos en este país que me acogió pero que a su vez no  comprendió en      algunos momentos que hay principios que no se negocian.
          Me asiste el derecho a opinar porque desde que vivo fuera de Cuba,  sea cual      fuere la razón por la que comencé a gritar a los cuatro vientos las      violaciones de derechos humanos en mi tierra no he dejado de hacerlo  ni un      solo día de mi vida desde entonces y para eso he contado solo con la  poca      plata que me he ganado trabajando de sol a sol, día y noche, con la      responsabilidad, además, de sacar adelante a un hijo por el que tuve  que      luchar a corazón partido para que esa dictadura le permitiera crecer  junto a      la madre que le trajo al mundo, o sea, y para que no queden  coletillas por      ninguna de las partes, jamás he recibido ni ordenes, ni pagos, DE  NADIE.
          Me asiste el derecho a opinar porque a algunas de las personas de  quien lo      voy a hacer he apoyado con todas mis fuerzas en estas tierras y he  luchado      por ellas a expensas de miles de dificultades y traspiés. Llámese  Héctor      Palacios o Guillermo Fariñas.
          Voy a confesar que me he debatido en todos estos días entre la  opción de      mirar y guardar para el futuro ó de exponer mis opiniones, todo en  función      de lo mejor para Cuba, esa Cuba que me pregunto si algún día volveré  a ver y      a la que cuido como al hijo que engendré y que tanto me desvela.  Claro que      siempre hay opiniones y actuaciones que a uno lo remueven y a veces      desesperan, pero hay algunas que te copan, que te pueden.
          Primero vino la llamada "carta de los 74", algunas firmas me  asombraban,      otras eran esperadas y previsibles, en ese episodio la opción de  mantener      silencio prevaleció, aún cuando lo considero una ALTA TRAICIÓN a la  causa de      la libertad de Cuba, una ALTA TRAICIÓN a todos aquellos que hemos  entregado      lo mejor de nuestras vidas a luchar por Cuba, una ALTA TRAICIÓN  a  nuestros      muertos, a los mártires de esa tierra que tanto pelearon y  entregaron sus      vidas por ver una tierra libre de esa carroña llamada Castro y  dentro de      ellos al más reciente Orlando Zapata Tamayo. Este evento, a pesar de  todo se      lo dejo a la historia, ella no perdona, algún día toda la verdad  saldrá a      flote, no hay más que un día tras de otro y entonces, cada quien  tendrá que      pagar sus deudas.
          Ahora nos llegan las liberaciones de los presos políticos, de  algunos, de      los que nosotros mismos ayudamos a hacer conocidos. Se hicieron  listas, se      elaboraron slogans, se encerró la libertad de Cuba en un número 75.  Error      tremendo, ahora tendremos que dedicarnos a repararlo pero junto a  estos      anuncios vienen otros.
          Héctor Palacios, entre otras cosas muy increíbles le dice al mundo:  "Ya no      hay razones para mantener la posición común europea"
          Palacios ignora que las cárceles de Cuba están aún plagadas de hijos  de ese      pueblo que han sacrificado sus vidas por la libertad de su tierra?? 
          Palacios ignora que habemos en el mundo miles que no podemos entrar a       nuestro terruño ni siquiera a enterrar a nuestros muertos  simplemente porque      hemos levantado nuestras voces, en muchos casos para que él y otros  que hoy      le entregan en bandeja de plata a la dictadura la Libertad por la  que tanto      hemos dado, gozaran de la libertad??
          Palacios ignora que salir de Cuba condicionado entre podrirse detrás  de las      rejas o salir al extranjero es la peor opción que se le puede dar a  un ser      humano, aún cuando lo adornen del modo que sea o aún cuando muchos  de los      que salen ya lo deseaban hacer antes de entrar a la cárcel, según he  podido      escuchar en boca de algunos de los propios familiares??
          Fariñas secunda a Palacios expresando que las sanciones de la Unión  Europea      se deben levantar por un año hasta ver  "si en el término de un año  siguen      habiendo otras excarcelaciones y si no se violan otros derechos  humanos,      este es el momento, de manera muy sutil, pero de exigirles" y      continúa: "No sabemos en qué situación está el gobierno  económicamente, en      qué situación está políticamente ni socialmente"
          Fariñas no sabe de verdad en qué situación está el gobierno  económicamente,      ni políticamente, ni socialmente???
          Yo le pregunto a Fariñas si nuestro derecho como cubanos de entrar a  nuestra      tierra no cuenta dentro de los derechos de los cubanos, si los otros  presos      políticos que expusieron su pellejo por nuestra patria no cuentan  dentro de      sus derechos humanos, si la libertad de expresión y de movimiento no  cuentan      dentro de sus derechos humanos. Le pregunto si ya para él no cuenta  la falta      de Internet por la que durante seis (6) meses mantuviera una huelga  de      hambre y por la que entre otras personas cabildeé para que le fuera      entregado el premio a los Derechos Humanos de la ciudad de Weimar.
          Le pregunto a Fariñas y a Palacios si la depauperación moral y  económica de      nuestro pueblo no cuentan dentro de esos derechos humanos, si la      ideologización de nuestros niños en los antros de las escuelas al  campo y en      el campo no cuentan, las familias separadas y miles de otras  violaciones de      los derechos humanos que ya por tantos años de ignominia han pasado a  formar      parta de la "NADA COTIDIANA" haciendo, en casos, que muchos de los  cubanos      padezcan de un profundo síndrome de Estocolmo.
          Yo, Maria Elena Morejón Rodríguez, con el derecho que me asiste como       ciudadana cubana, como exiliada política, como hija de mis padres a  quien no      me permitieron el sagrado derecho de despedir en su tumba, como  madre de un      niño de quien me separaron por más de dos años, como niña que  padeció los      oprobios, vejaciones, maltratos y castigos de las escuelas en el  campo les      digo a Héctor Palacios  a Guillermo Fariñas que hoy me siento  traicionada      por ellos y que yo si voy a seguir pidiéndole a Unión Europea se  mantengan      las sanciones a la DICTADURA CASTRISTA, con la misma fuerza con la  que pedí      la Libertad de Héctor Palacios en su tiempo y el Premio de Fariñas.
          Y para que a Palacios, Fariñas  y todos los que me van a tildar  de.... miles      de adjetivos les quede claro les informo que esta persona que les  habla se      paró a -10 grados de temperatura en la Plaza de la Silla Rota en  Ginebra en      2003 a denunciar la encarcelación de Palacios y sus 74 compañeros.  Esta      persona que hoy le dice a Palacios: Nos has TRAICIONADO, cada año,  uno tras      otro se ha plantado a expensa de amenazas, ofensas, con un frió que  calaba      los huesos, frente a la cueva de los Castro en Berlín a pedir la      excarcelación de Palacios y sus compañeros, a apoyar a Guillermo  Fariñas en      su huelga de hambre del 2006. Esta persona que hoy expresa  desgarrada sus      opiniones elaboró la mayoría de la información que formó parte de la       denuncia presentada ante las Naciones Unidas por la Sociedad  Internacional      de Derechos Humanos (IGFM por sus siglas en alemán) y para la que en       especial se presentara el caso de Héctor Palacios y otros 15 presos      políticos, muchas de esas informaciones salieron de llamadas  personales con      sus familiares en Cuba a costa de mi bolsillo, de días y días sin  poder      prácticamente compartir con mi pequeño hijo más que la hora de su  comida y      un beso a mi regreso del trabajo cuando ya él dormía.
          Palacios, Fariñas, y todos los que se han juntado a darle un  espaldarazo a      la dictadura justo cuando el barco se hunde: USTEDES ME HAN  DEFRAUDADO.
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