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27 de enero de 2016

¿CÓMO PODRÍA HACER ALGO ROACH POR ORTIZ Y RIGONDEAUX?


roach y rigoPor Andrés Pascual
Mejor ¿Qué haría? ¿Es un chisme? (aquí le dicen rumor para suavizar la categoría “bretérica”, chancleterismo puro de todos los barrios), alimentado por una prensa que no pone una buena, porque no son periodistas, son obreros de taller con un título de la Universidad castrista, a veces, o una licencia de “anexo al MDCC”, pero cronista es un fardo muy pesado para poder cargarlo algún alfeñique mediático, por lo menos de Miami. El Diario las Américas escribió con decencia, todo lo que dije fue referido al Nuevo Herald, que da asco:
Según Freddie Roach (FOTO CON RIGONDEAUX), “ha sido invitado a entrenar a los cubanos Luis Ortiz y Guillermo Rigonduaux”,
El hombre lo ratificó; los pugilistas lo han negado enfáticamente y la noticia es de Ebro, conocido por su exagerado entusiasmo pro-kubanoide y sus carencias sobre las mil maneras que se puede tratar una información sin crear dudas raras, por incomprensibles y contradictorias, a fin de evitar la disyuntiva obligada de acorralar, cuando se lee, a una de las dos partes como bretero, en cubano, además de “buscalíos, hablador de mierda”.
Bueno, Ebro no sabe ni se deja enseñar; además, como siempre, se dedica a informar, a condimentar con protección exagerada, como referí sin licencia, al hombre por el que (posiblemente y es un entredicho), le pagaron, a sembrar cizaña y no opina sobre qué parte pudiera tener razón con elementos válidos, de “su propia cosecha” si fuera necesario, no, “QUÉ FILDEE EL DE ATRÁS, QUE TAMBIÉN COBRA…”
Ahora vamos a lo serio y decente ¿Le interesan Rigo y Ortiz a Roach? En primer lugar, “sin gallo no hay pelea” y su escuadra no tiene a nadie que sustituya a Pacquiao para que le consiga otro “trainer del año”, por ahí empiezo.
Roach no es gran cosa, pero ha tenido al asiático, que desarrolló y actuó como un caso raro, porque, aunque el filipino NO ha sido una maravilla, lo acondicionaron a victorias sospechosas, de dudosa credibilidad por las circunstancias; lo pulieron desde un palmarés que incluía dos derrotas por nocao a la magistratura no de una división, que hubiera sido sensato y aceptable (de la que más haya peleado), sino del boxeo, que no puede admitirse, porque es profano, agresivo y tendencioso contra la cantidad de boxeadores superiores a él en la historia de la disciplina.
Tenga en cuenta que, por lo general, nadie conoce el nombre del trainer del verdadero MÁS GRANDE, así, George Gainford, que trabajó toda su vida en el gimnasio y la esquina de Robinson, es un perfecto don NADIE en los pasillos de Fistiana. Pacquiao responsabilizaba a Roach por “sus logros” y Sugar Ray nunca hablaba de Gainford, como supieron los allegados, era “uno allí”, para que le dijera algo al reportero hambriento y porque esa función no la podía asumir el Profesor.
Lo primero que asoma ante el diferendo es la duda ¿Habrá dicho el trainer que lo “contactaron” para que entrenara a los dos gladiadores cubanos? Lo segundo, SI LO DIJO ES PORQUE LOS NECESITA.
Yo estimo que, por lo menos, necesita a Luis Ortiz, la mayor promesa del boxeo en la división pesada, este cubano puede hacer que el peso retome algo del interés de su época dorada, que tampoco fue brillante, pero tenía el boxeador que arrastraba público en cada etapa y Ortiz, antillano y de clase relativamente superlativa, va a tener el público que les ha faltado a su alrededor a Lara y Rigondeaux para hacer un quórum por lo menos decente.
Yo creo que SÍ lo contactaron y que Pedro Luis es “uno ahí…”, sin filosofía profesional ni carácter para hacer campeones, ni para mejorar a otros hasta lograr cambiarle el estilo y convertirlo en el peleador que nunca podrá ser por dos cosas: Rigo ha peleado toda su vida como muerde y huye, son muchos años y porque, si usted ha seguido la carrera profesional del oriental, sabe que se cae o se marea con golpes a la cabeza cuando se para a intercambiar, por lo que sería un blanco fácil de los mexicanos u otros boxeadores hechos, por su asimilación y capacidad de fajadores, a un tipo de pelea que saben cómo hacerla y cómo ganarla.
Rigondeaux es un peleador único en su estilo en la historia de Cuba, ni Lara, nadie de allá ha boxeado corriendo tanto, evitando exponerse tanto, con exceso de precaución mucho más que generoso siempre, por eso no gusta y es la televisión, desdichadamente para él, desde que empezó el boxeo a transmitirse en los 40’s, el medio que reclama a los que tiran y se fajan: GUSTA EN TELEVISIÓN PORQUE TIRA MUCHO…” Secades sobre Paret y la televisión americana en 1961.
Pedro Luis Díaz no tiene el carácter para imponerse con dureza y hasta groserías al peleador, NO PUEDE METER EL PIE, parece muy decente, un muchacho de su casa, que no da el tipo, para profesión tan dura y complicada por el roce, con hombres con los que debe relacionarse en un medio rudo, de ambiente, además, se ha visto que el zurdo le presta más atención a Ramón Garbey y a Casamayor si lo asiste.
Pedro Luis puede haber trabajado con Alcides desde que nació, pero no es su heredero, no puede serlo, porque Sagarra SÍ es un trainer con filosofía profesional, con vista, que tampoco son virtudes suyas, sino influencias del ICONO del gimnasio cubano, DON MANOLO FERNÁNDEZ, con el que ganaba 4 pesos para complementar su salario de empleado de Obras Públicas y al que asistió en La Habana, pero Chícharo tiene el carácter, como Sarvelio Fuentes, que fue campeón profesional, para imponerse y ganar empujando a un boxeador, si lo necesitan, hasta mencionándoles la progenitora y eso NO PUEDE HACERLO PEDRO LUIS DÍAZ, porque no tiene el respaldo, sobre todo, de su carácter.
Nadie sabe cómo no está Ismael Salas con estos boxeadores, que necesitan en las esquinas a hombres de sapiencia, de valor, de personalidad y de reconocimiento.
Salas es el mejor trainer cubano de la nacionalidad, no de un lugar ajeno específico, capaz de asistir a alguien que necesite palabras fuertes acompañando la sugerencia, la adevertencia o la imposición cada vez que haga cosas contra el abecedario.
Jorge Linares es un producto de Salas, le rescató la autoestima cuando la tuvo por el suelo y le demostró que podía recuperarse y seguir y el pugilista lo logró, así lo he visto ganar en la esquina de otros campeones.
Si buscan un trainer, mejor que bueno estrella, candidato al Salón de la Fama, que sepa, que enseñe, que mejore e imponga, el hombre es Salas, que entrenó a Rigo y se lo ¿quitaron?, entonces se han dedicado, contra la cartilla, a cambiarle el entrenador cada vez que algún aparecido de San Diego abre la boca; pero, si quieren a un discípulo de Manolo a través de la figura de Sagarra, entonces, con más importancia y credibilidad, es Salas de nuevo, porque, como fue Manolo, como es Alcides haciendo las cosas, todas, el único disponible es ISMAEL SALAS y pare de contar.
A fin de cuentas, un manager grande lo es tanto porque ganó con 10 campeones, como porque puede hacer de un mediocre un buen peleador o del bueno una estrella, QUE GUSTE EN TELEVISIÓN…

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