Por
Jesús Marzo Fernández.
Les
confieso que me ha llamado en extremo la
atención la amplia cobertura periodística que ha tenido Malule González como la
nueva directora de Radio y Tv
Martí. Y
para quien sabe de periodismo, sabemos que esto ni es casual, ni mucho
menos espontaneo.
Hace
unos días, El Nuevo Herald le dedicó la primera página, espacio que normalmente
no regala el periódico porque se reserva
únicamente para las noticias de gran impacto. Analizando en detalle el suceso,
me surgen algunas dudas para las cuales no tengo repuestas.
En
primer término, a nadie le ha quedado claro la renuncia o despido de Carlos
García, ni cuales han sido los motivos de esa sustitución. Y he aquí la primera
falta de respeto porque esa emisora se
financia con los impuestos de nosotros
los contribuyentes. Así que si somos nosotros los que financiamos, merecemos
saber el trasfondo de este cambio en la dirección de la emisora. Entonces
¿Qué se puede pensar sobre el
Director saliente? ¿Fue bueno o malo o
realmente no se ajusta a las nuevas relaciones
EEUU-CUBA?¿Cuál es la verdad?
Resulta
muy sospechoso- para los que conocemos
el tema de Cuba- que hayan designado a una desconocida como la Malule, que no es cubana, para que tome las riendas
de un Proyecto que supuestamente está diseñado
para defender y ayudar a la instauración de la democracia en Cuba. Es más que
evidente que quien asuma esa responsabilidad debe ser un genuino conocedor de
la realidad e idiosincrasias cubanas ya que sin ello es imposible un intento
comunicativo que prenda en los cubanos
que reciban el mensaje. La
dirección de RTV Martí exige verdaderos
especialistas al mando y este es un requisito que no cumple la actual directora
recién nombrada.
El
misterio que rodea a esta designación
impide tener una idea clara de
que objetivos se esconden detrás de todo esto, porque lo que si se sabe es que esto no fue fortuito y valdría una fortuna saber quien recomendó a
Malule para este importante cargo , desestimando a reconocidos periodistas cubanos del exilio , con un
alto nivel profesional -que hay muchos- y con una historia de lucha
en contra de la dictadura de los Castro.
Incluso en la propia Radio TV Marti laboran muchos comunicadores
cubanos, altamente calificados, conocedores profundos de la realidad de la isla
que merecían una posición de tal envergadura.
Este
proceso de designación de una nueva directiva nos recuerda las prácticas
castristas de la Revolución , en las
que-amparados por el sello de la confiabilidad política por no decir el alto
grado de lamer botas- un ingeniero dirigía un Hospital o un médico
una empresa lechera. En los medios de comunicación cubanos la mayoría de sus dirigentes eran ex militares o graduados de cualquier especialidad soviética
menos periodistas. ¿Y cuáles fueron las consecuencias?. Caos, intervención
constante de políticos del partido y en
resumen, esclavitud total y
adoctrinamiento.
Pues
esto parece que también llegó a Miami,
es decir, a Radio y TV Martí. O será que
los intereses creados en este mar de
babosería procubana y pro amistad cubano-americana no querrán disgustar a los Castro con la designación de un periodista
de probado patriotismo cubano para encaminar la ya deteriorada imagen de RTV Martí?
Sin
dudas, la designación de Malule, fue muy
bien estudiada y responde a intereses políticos, de mucha actualidad, y con
mucha discreción, como todos los acontecimientos relacionados con las medidas,
que se dieron a conocer el pasado 17 de diciembre. La falta de claridad se ha
impuesto a las relaciones EEUU-CUBA, todo es un absoluto misterio al más fiel estilo de la compartimentación
comunista.
No me
sorprendería, a estas alturas que Cuba
haya aprobado la designación de la puertorriqueña, no explícitamente pero si de
manera implícita como fiel reflejo del Nuevo Orden que rigen las relaciones entre ambos países. El
silencio por parte del Catrismo equivale a una aprobación.
Ahora
bien, lo más interesante de este mejunje
fue la visita no oficial de Malule a la Isla, de la cual se sabe muy
poco o casi nada. Una estancia de unos
días en la isla no logra que la nueva
directora se lleve una idea clara de lo
que pasa allá adentro. Así que otro fue el motivo. Con solo preguntarle a sus
empleados hubiese sido más que suficiente porque la mayoría han sufrido en carne propia la
dictadura de los Castro. Me pregunto ¿quiénes estarán detrás de este viaje?
Antes
de ir a la isla, la nueva directora debió darse una vuelta por Costa Rica para
visitar a los miles de cubanos varados en ese territorio en una franca crisis migratoria,
pero que sin temor a equivocarme, allí podría haber recogido millones de
criterios y opiniones de un pueblo que por primera vez se siente libre para
expresarse, cosa que en Cuba es un peligro hacer.
Tras su
visita a La Habana ¿Malule estará consciente
que se la entregaron a los Castro, que estuvo en manos de unos de los servicios
de inteligencia más eficientes del mundo, que fue monitoreada desde que llegó a
Cuba, que sus habitaciones estaban repletas de cámaras, y que ningunos de sus
contactos escapó del control gubernamental?
Valdría
la pena preguntarle a Malule si ha oído hablar de su compatriota Ana Belén
Montes. Estoy seguro y convencido que el
Dossier de la nueva directora de RTV Martí,
está listo para el momento que
haya que usar el Chantaje como arma de coacción. Así han trabajado durante anos los servicios
de inteligencia comunista y esto mis amigos no puede ser una excepción.
Quisiera
equivocarme, pero la emisora, que
sufragamos los contribuyentes en su sede de Miami, apunta a convertirse en la
nueva Radio Rebelde Martí. Y quiera Dios que yo esté equivocado, aunque por desventura, no lo creo.
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