Por:Alberto Gutiérrez.
Miami Octubr 8, 2010.
Al igual que expresó recientemente Aldo Rosado Tuero, director de "Nueva Acción", opino que en Cuba no basta con derrocar la tiranía castrista.Más que necesario, es imperativo que el retorno a la legalidad propicie una forma de vida digna para todos los cubanos.De no ser así me inclino a pensar que el marasmo nacional continuará
indefinidamente.
Por supuesto es de esperar que en ese empeño habrá que enfrentar intereses egoístas individuales y colectivos. Sin embargo allá también es muy preocupante el deterioro,y hasta la pérdida muchas veces, de los valores esenciales del espíritu que también mencionó el Sr Rosado Tuero.
Desde principios de 1959 el pueblo cubano en general afectado por una mezcla de histeria, fanatismo e irresponsabilidad no aprendió absolutamente nada de los años de la ilegitimidad bajo Fulgencio Batista .No es un secreto que entonces surgieron millones de infestados por la fiebre revolucionaria que de muy buena gana optaron por aplaudir lo que no debían.Tal es así que hasta muchos no vacilaron en disparar un fusil en el paredón de fusilamiento.Después las dósis de propaganda e indoctrinamiento intensivo sembraron la semilla cuyo fruto venenoso no tardó en recogerse.Lo irónico e injusto es que todavía generaciones enteras de cubanos sufren las consecuencias pagando por los errores y debilidades de sus padres y abuelos.Y peor aún es que en pleno siglo XXI , luego de casi 52 años de opresión y miseria , sin respuestas ni soluciones para nada, increíblemente todavía algunos están dispuestos a todo tipo de mezquindades en nombre del tirano cubano y un sistema de gobierno cuyo solo objetivo es mantener las riendas del poder de la manera que sea.
Muchas veces he oído a cubanos pesimistas, apáticos o simplemente agotados decir que "Lo de Cuba no tiene remedio".Y en verdad "Lo de Cuba si tiene remedio" aunque no veo la necesidad de sacrificios y renunciamientos por parte de quienes en un final lidereen la corriente liberadora.Sin dudas la monumental labor requerirá
mucha dedicación, cautela y sentido común, pero un renacimiento de prosperidad y democracia en plena cubanía con todos y para el bien de todos siguiendo el postulado martiano no es imposible.
No obstante todavía no logro distinguir las señales definitivas hacia esa alborada a la vuelta de la esquina.Sólo débiles amagos esporádicos que fluctúan.Y es por ello que no descarto que el muy poco terreno ganado pudiera perderse de la noche a la mañana.
El Sr Rosado Tuero considera el peligro de los "carpetbaggers" , pero yo voy más lejos.Hasta llego a imaginar la posibilidad de un contubernio definitivo de la tiranía castrista con intereses norteamericanos y europeos porque cuando no hay escrúpulos el fin si justifica los medios y la patria poco importa. Algo que sería muy factible a la muerte del tirano cubano.Un nuevo Tratado de Paris no firmado en la capital francesa, pero igualmente de concesiones a extranjeros y garantizando el "status quo" de los asesinos y ladrones a expensas del pueblo que desgobiernan. Después como "puntillazo final" podrían celebrarse unas elecciones generales amañadas con figuras decorativas imponiéndose un borrón y cuenta nueva bajo el lema "El muerto al hoyo y el vivo al pollo"
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